Nos perdemos tantas cosas, tantos pequeños detalles que nos pasan desapercibidos frente a nuestros ojos por no fijarnos bien.
En la salida del sábado cuando acabábamos las duras rampas de Estellencs en dirección Esporlas veo de lejos a Félix que se mira la mano ... ups ... algo ha pasado!!!
En la cuneta había un gorrión un poco aturdido quizás por algún golpe recibido. Félix lo ha recogido y tras unos cuantos metros en los que le ha dado un poco el aire parece que se ha reanimado y al soltarlo con un poco de ayuda ha podido alzar el vuelo. ¡¡Cuanta gente necesita una ayudita, simplemente porque está aturdida por los golpes de la vida, acompañarle un poco para que le de el ire en la cara y que pueda remontar el vuelo!!
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