Qué bendición contar con el apoyo de Xurxo, Dani ... y el coche. En un principio íbamos a ir: un colgao en bicicleta (ese soy yo) y otro en bicicleta de apoyo. Imaginate que super equipo ¡¡Pa habernos matao!! como diría Félix.
Llevar el coche nos ha permitido disponer de espacio para meter dos bicicletas (la mountain bike y la otra de carretera de contrarreloj) un juego de ruedas extras, a parte de todas las maletas, para el vestuario, cargadores baterías móvil y cámaras, alimentación, agua, botiquín, etc ... que de otra forma no hubiésemos podido disponer de ello, aparte del valor añadido de contar con dos fisioterapeutas haciendo tratamientos en el momento necesarios. ¡¡Un lujazo. Así cualquiera jeje!!
El tiempo precioso perdido en la frontera ha hecho que nos retrasemos con los objetivos planteados, sumados a la imposibilidad de no poder montar sin la luz solar en bicicleta por la peligrosidad de las carreteras interurbanas y secundarias. Alargamos lo que podemos la luz del día y nos desviamos a Tetuán para ir a dormir a casa de unos amigos, previo aviso de que tendrán 3 invitados a dormir esa noche.
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