Después de un fin de semana un poco intensivo con entrenos de más de 12 h (no seguidos jeje) y actividad diversa entre ellas el honor de acompañar en el acuatlón del domingo a Daniela en su debut deportivo, llegó ayer lunes el tan esperado día de descanso y familia. Después de trabajar comida familiar, paseo en moto con Aarón y película del género que más le gusta a la parienta, aventuras fantásticas y es que vivir conmigo es una aventura ... fantástica (no por lo maravilloso, sino por lo irreal jajajaja).
Estuve tentado de coger las zapatillas a las 11 de la noche pero hay que saber parar y como mucha gente dice el descanso es parte fundamental del entrenamiento, y así es. Es necesario asimilaar el entrenamiento y no es todo darle caña al cuerpo. Eso sí, lo que peor llevo es dormir las horas que toca, ya que trabajando es muy difícil compaginarlo con familia y entrenos. Pero recuerda entrena DESCANSANDO.
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