miércoles, 6 de agosto de 2008

"¿Quién soy yo para meter las narices?"

Esa pregunta me hago yo intentando colaborar en lo que para muchos es una causa perdida, "el tercer mundo" ¿quién soy yo, qué puedo aportarles? Lo mismo te pregunto a tí, que has metido las narices en esta página jajaja ¿quién eres tú, y que puedes aportar? por de pronto me gustaría que pudieses aportar por lo menos un comentario de aliento, o de crítica ... constructiva, ideas, etc ... y saber que hay alguien al otro lado que lee lo que escribo. Aunque este blog lo estoy escribiendo yo y sea probablemente la parte más visible del proyecto hay mucha gente detrás colaborando e invirtiendo mucho tiempo para que este sueño, sea una realidad. Hay gente apoyando desde Canarias hasta Ceuta, pasando por Cádiz, Bilbao y por supuesto Mallorca.

Hablando de apoyo. Aquí un claro ejemplo de solidaridad: GABINETE MARIO DARDER, S.L. entidad dedicada a la tramitación, gestión y resolución de todo tipo de asuntos ante los órganos de la Administración. Además, una de sus actividades principales es la consultoría, que abarca el asesoramiento en materias que preocupan tanto a la empresa moderna como al ciudadano en general, tales como cuestiones de índole fiscal, laboral, contable y tributaria, administración de fincas, etc... Para más información http://www.gabinetedarder.com/ patrocinador de "mójate contracorriente".
Una puntualización en respuesta que me hacían precisamente desde Canarias: ¿cómo me descargo el diploma? ... esperaos a que realicemos el proyecto y a la vuelta pondremos un enlace para que os podáis descargar el diploma en reconocimiento a la aportación que habéis realizado y en el que aparte de estar personalizado con vuestro nombre saldrán los patrocinadores que junto con vosotros han hecho posible este proyecto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahí va tu merecido comentario de aliento: No creo que ninguna iniciativa llevada con tanta determinación pasión y nobleza deba dudar del proceder de su intervención. Aún así, entiendo el planteamiento.
En todo caso, una cosa sí puedo asegurar con certeza: la ilusión es contagiosa y los que estamos infectados de ella lo agradecemos infinitamente.
Ánimo campeón!!