jueves, 4 de febrero de 2010

"Tiempo de sembrar"

"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" Gálatas 6:7

Ahora mismo, en algún lugar del mundo algún agricultor está echando semillas en la tierra. Pronto esas semillas comenzarán a cambiar el lugar donde fueron plantadas. El suelo cuidadosamente preparado que hoy parece infértil y duro se convertirá en un campo listo para la cosecha.
De igual modo, los buenos propósitos de año nuevo pueden ser semillas echadas para alterar el paisaje de la vida para los demás y nosotros mismos. La oración de San Francisco de Asís es un ejemplo de este anhelo de traer un cambio positivo a este mundo en sufrimiento:

"Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz. Donde haya odio, déjame plantar amor; donde haya daño, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz y donde haya tristeza, gozo".

El agricultor que siembra trigo jamás se sorprende cuando brota la espiga del suelo donde ha sido plantada. Así es la ley universal de la siembra y la cosecha: "... todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" Gálatas 6:7. Nuestra naturaleza pecaminosa dice: "Complácete, mientras que el Espíritu nos insta a agradar a Dios" Gálatas 6:8. Hoy es tiempo de plantar. Dios ha prometido: "A su tiempo segaremos, si no desmayamos" Gálatas 6:9.


Reflexión: Siembra hoy lo que quieras cosechar mañana. Sacado de nuestro pan diario.

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