Una buenas horas de sueño reparador después de tres días de travesía saben a gloria ... aunque sea dormir tumbado en el suelo con una colchoneta.
A las seis de la mañana ya estamos en pie y tras un potente desayuno sin sentarnos (no hay ni un mueble en toda la casa que nos han dejado) partimos hacia el hospital para empezar cuanto antes lo que hemos venido a hacer ...... y no es ni más ni menos que restaurar en nuestra medida de lo posible este "centro de salud" a los que ellos llaman hospital, arreglar desperfectos y acondicionarlo lo mejor posible. Los años no han pasado en balde para este edificio que tiene que aguantar fuertes temperaturas la mayor parte del año y unos meses de lluvias torrenciales con constantes tormentas de arena.
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