Cara de satisfacción y mucho esfuerzo detrás de esas sonrisas. Cada uno con una historia personal de preparación y dedicación para conseguir esta preciada medalla, no por su valor material sino por su peso emocional.
Mi pequeña historia de este Ironman empezó con esta preciosa familia de Fuerteventura que me vino a dar ánimos desde la isla vecina (que recomiendo visitéis)
Y allí estaban desde primera hora de la mañana dando ánimos a los que participábamos.
Me esperaban al salir del agua para gritar un ¡¡Vamos PEPE!!
Hicieron muchos kilómetros por toda la isla para verme cruzar unos segundos.
Y mi recompensa fue entrar con Abraham y Amanda a la meta (la pequeña Naomi se echó para atrás en el último segundo). Ahora en el barco entrando en el puerto de Playa Blanca (Lanzarote) después de pasar unos días en su casa en Fuerteventura le doy gracias a Dios por la amistad de Paco y Raquel y buena parte de esa medalla es suya y también de los que habéis estado animando desde casa. ¡¡Muchas gracias!!
2 comentarios:
pero que grande eres JoseManuel!!
¡¡ ... y creciendo, jajaja!!
¿Ya tienes claro el próximo reto? (tuyo, por supuesto)
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